Son los compañeros más molestos del verano. Unos invitados no deseados que se presentan en cualquier lugar y sin avisar. El calor del verano y la humedad son su carta de presentación. Los mosquitos nos incordian, nos pican y generan dolor e hinchazones que nos obligan a pasarnos el día rascándonos. La guerra del mosquito ha comenzado.
Aunque no atacan a todos por igual las picaduras de los mosquitos son para muchos el peor recuerdo del verano. El enrojecimiento de la piel y las inflamaciones pueden crear alergias que agraven la situación. La humedad y el calor son dos condiciones fundamentales para la vida de los mosquitos, sea en la montaña o en la costa. El verano es un momento propicio para su reproducción. Las zonas tropicales son las más propensas a los mosquitos aunque el aumento global de las temperaturas favorece su expansión como ocurre con el mosquito tigre.
Antes que molestos los mosquitos son ante todo transmisores eficaces de enfermedades como el dengue, la malaria y la fiebre amarilla que cada año se cobran la vida de miles de personas. Por ello es conveniente vacunarse antes de viajar a países donde los mosquitos campan a sus anchas. A pesar de la vacuna es aconsejable portar repelentes antimosquitos y prendas que cubran todo el cuerpo. La sangre humana es el principal alimento de estos vampíricos invertebrados. Ello es debido a la facilidad para extraerla ya que nuestra piel es muy fina comparada con otras especies. El mosquito introduce con la picadura un anticoagulante en nuestra sangre, el organismo al detectarlo lo intenta eliminar. El resultado de este combate a muerte es el proceso inflamatorio posterior.
Si no hemos conseguido evitar la picadura existen muchos medicamentos sin receta médica que nos ayudaran a eliminar el anticoagulante introducido por el mosquito y reducir la inflamación. Los repelentes más recomendados son los que contienen dietiltoluamida, que pueden aplicarse directamente sobre el cuerpo. Si a pesar de los repelentes los mosquitos siguen martirizando tu piel este verano te aconsejamos que sigas algunas precauciones como evitar sus hábitats: lugares de aguas estancadas, basura y alimentos sin protección y las flores. No molestarlos y pasar desapercibido es una buena estrategia.
Los perfumes dulces y los productos dermatológicos con fuertes y atrayentes olores, los tintes para el pelo y algunos geles pueden atraer a los mosquitos. Los olores corporales del sudor también les resultan muy atractivos. Si nos vemos en la obligación de vivir en una zona con gran cantidad de mosquitos debemos usar camisetas y pantalones largos que cubran toda la piel, llevar siempre calcetines y evitar los colores oscuros o brillantes que para ellos es como si lleváramos un cartel pidiendo que nos piquen.
La luz artificial en medio de la oscuridad puede convertirse en una nube de mosquitos por lo que hay que tener cuidado con las ventanas abiertas y evitar el amanecer y el anochecer que es cuando realizan sus vuelos para alimentarse. Las mosquiteras en ventanas y puertas son muy convenientes y pueden impregnarse con repelente antimosquitos para aumentar su eficacia. Las corrientes de aire dificultan el vuelo y la presencia de mosquitos por lo que los ventiladores ayudan a mantenerlos alejados.
Recuerda que si estas vacaciones vas a visitar un país tropical debes antes consultar a tu médico y en caso de ser necesario vacunarte contra algunas enfermedades. ¡Que ni un sólo mosquito fastidie tu descanso!.