Comer bien fuera de casa

Llega la pausa de la comida y puede que tengas una reunión de empresa y que tengas que negociar delante de un menú, en un restaurante, o quizás tiendes a comer siempre fuera durante tu hora libre al mediodía. ¿Te preocupa que esto repercuta en tu salud y tu figura? Pues aquí tenemos algunas pautas que te pueden ayudar para que comer fuera de casa no sea sinónimo de comer mal.

comer bien fuera de casaAunque algún día puntual no seas tan riguroso, lo mejor será que no descuides los valores nutricionales y las calorías de los platos o puede que al acabar la semana, hayas ganado algunos kilos indeseados. Los tres puntos más importantes a la hora de pedir un plato de la carta o el menú son: valorar los ingredientes, saber cómo están cocinados y saber en qué consiste el acompañamiento.

Aunque te parezca poco importante saber en qué consiste el acompañamiento, es básico cuando comes fuera de casa. Las salas, los condimentos extra, el tipo de ensalada con lo que se sirve la comida… todo cuenta para vigilar la ingesta de calorías. Las mejores opciones son: las vinagretas, las verduras frescas (al vapor si puede ser) y el aceite de oliva mejor que las salsas con queso, mantequilla o crema de leche.

Investiga el menú y elige en primer lugar las carnes blancas o magras (pollo, pavo, conejo, lomo…) Y si te apetece pescado, mejor si es blanco. Piensa que el salmón o el atún son muy saludables pero también los más calóricos, así es que no los tomes a diario.

Si en el restaurante puedes pedir que te cocinen un plato de una determinada, mejor si está hecho al vapor, si las verduras no están demasiado hechas (apuesta por las crudités) y por todo lo que esté a la plancha o en el horno.

Para acompañar la comida, lo más saludable sería evitar el alcohol, pero si vas a tomar vino o cerveza, no te pases con el postre, y opta por la fruta de temporada.

Si no tienes comidas de empresa a menudo y tu problema es que te faltan ideas para llevarte la comida al trabajo, lo más saludable es que cocines tú mismo y que también alternes platos de legumbres, pasta (evitando las salsas), o arroz al vapor o salteado y carnes blancas que aguantan bien el transporte dentro de una fiambrera.

Comer fuera de casa no tiene que suponer una alteración de tu dieta ni mucho menos un aumento de peso no deseado.

Autor: mireiab
Título: Comer bien fuera de casa
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Categoría: Nutrición, Salud
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