Los beneficios de los aceites esenciales

Los aceites esenciales se utilizan para la aromaterapia y tienen una finalidad terapéutica. Son sustancias que se obtienen después de destilar plantas aromáticas mediante un proceso de vapor de agua. Y aunque son naturales, se deben tener en cuenta algunas precauciones para casos concretos como el embarazo, la lactancia y en bebés, sobre todo los más pequeños.

aceites esencialesLa gran riqueza bioquímica que contienen los aceites esenciales les proporcionan un elevado potencial terapéutico para tratar infecciones, patologías inflamatorias o todo tipo de trastornos anímicos, circulatorios o digestivos. Por eso pueden ser un gran aliado para un proceso de curación o alivio de cualquiera de estas afecciones, que además, se pueden sumar a cualquier otra terapia.

Es muy importante, eso sí, que sepas que los aceites que estás utilizando cumplen con la normativa de calidad adecuada. En la aromaterapia se pueden usar diferentes tipos de aceites, los principales son:

  • AEQT: aceites esenciales quimiotipados: 100% íntegros, 100% naturales y 100% puros. Son especialmente útiles para tratar los trastornos circulatorios, las piernas pesadas, edema, varices, etc. Los aceites esenciales más conocidos de esta gama son lo de ciprés de Provenza, de Lentisco o de cedro del Atlas, que te aportan propiedades venotónicas y linfotónicas. Un pequeño truco es añadir unas gotas de estos aceites a tu crema hidratante diaria y así se potenciará su efectividad.
  • Los AEQT de las salvias: son los más indicados para tratar menstruaciones dolorosas o irregulares, que contienen propiedades estrógeno-mimético y ayudan a regularizar el ciclo menstrual. Además son efectivos descongestivos y antiinflamatorios. Un ejemplo es usar el AEQT de estragón que es efectivo para los espasmos menstruales. Y no sólo sirven durante la menstruación, sino que los puedes usar cuando tengas sofocos provocados por la menopausia. Pon unas gotas en un pañuelo que puedas oler cada vez que sientas molestias y te aliviará.
  • Para las infecciones a nivel de vías urinarias: lo mejor es el AEQT de canela de Ceilán, o el AEQT de canela de China, los dos concentrados con un espectro de acción antibacteriana.
  • Combinar aceites: son más eficaces cuando se mezclan diferentes familias bioquímicas; por ejemplo, la esencia de orégano compacto, el orégano de Grecia y canela de Ceilán, es mucho más efectiva que la de canela de Ceilán sola. Y para aliviar los síntomas asociados a una cistitis, contamos con AEQT antiinflamatorios y antiespasmódicos (albahaca, menta piperita) que calman el dolor desde las primeras tomas.
  • Los más conocidos como el aceite de rosa mosqueta, de argán o de germen de trigo, son las bases ideales para cuidar tu piel también durante el otoño y el invierno porque ayudan a regenerar tus células y preparan tu piel para el verano que viene.

Los aceites, aunque son naturales, deben utilizarse en su justa medida y también tener en cuenta los estados que podrían alterar nuestro cuerpo, que como ya hemos dicho, son principalmente el embarazo y la lactancia, pero que podrían ser otros si tenemos algún problema específico.

Lo mejor es que te dejes aconsejar por un profesional especializado si estás en alguno de estos casos. Seguro que te son de gran ayuda, no sólo para curar, sino para prevenir dolencias como los vómitos, la prevención de estrías o incluso para estimular la subida de la leche después de dar a luz.