El calor veraniego nos agobia incluso para cocinar. Pasar horas entre fogones no nos apetece. Pasamos más horas al aire libre y tenemos menos tiempo para la cocina. Por eso, con la llegada del verano, lo ideal son las ensaladas. Son refrescantes, fáciles de preparar, nutritivas e ideales para diseñar nuestros menús veraniegos.

Las altas temperaturas las convierten en el plato imprescindible en nuestra dieta veraniega. Tan sólo tenemos que llenar nuestra nevera de frutas, verduras y hortalizas de temporada y presentarlas de modos muy variados. Además, las ensaladas se pueden convertir en plato principal de nuestro menú si le añadimos carbohidratos o proteínas: arroz, pasta, huevos, frutos secos, queso, pollo, legumbres o patatas serán un gran complemento para convertirlas en platos completos, equilibrados y saludables.